Para
la mitología griega el Olimpo era el hogar de los dioses olímpicos,
los principales dioses del panteón griego, presididos por Zeus. Los
griegos creían, que en él, había construidas mansiones de cristal
en las que moraban los dioses. Es el análogo espiritual del mundo
superior en la cosmología chamánica, o también de "el cielo"
de los cristianos.
En
la
mitología
griega,Tetis
(en
griego
antiguo
Θέτις),
la de los pies argénteos, es una ninfa
del
mar, una de las cincuenta nereidas,
hijas del «anciano dios de los mares» (ἅλιος γέρων:
halios
geron),
Nereo,
y de la oceánide
Doris,y
nieta de la titánide
Tetis,
con quien se la suele confundir. A veces también se confunde con
ella a Temis,
la encarnación de las leyes de la naturaleza. Fue educada por Hera,
que siempre la ayudó.
Tetis
como Diosa
Aunque
la mayoría del material existente sobre Tetis concierne a su papel
de madre de Aquiles, y aunque en gran medida es una criatura de
fantasía poética más que una diosa de culto en su periodo
histórico, algunos indicios y referencias fragmentarias sugieren un
estrato más antiguo de la tradición en el que Tetis desempeñó un
papel mucho más importante en las prácticas religiosas y la
imaginación de algunos griegos.
La
etimología de su nombre (procedente de τίθημι tithemi,
‘constituir’, ‘establecer’) sugiere un papel inicial
político.
En
la Ilíada,
Aquiles recuerda a su madre su papel en la defensa, y, por tanto,
legitimación del reino de Zeus
ante
una incipiente rebelión de tres olímpicos, todos ellos con raíces
preolímpicas.
Tetis
en la guerra de Troya
Tetis
es la madre de Aquiles con Peleo, rey de los Mirmidones. Tanto
Poseidón como Zeus estaban interesados en ella, pero una profecía
de Temis reveló que su hijo sería más grande que su padre, así
que arreglaron su matrimonio con un hombre mortal.
Los
dioses enviaron a Iris (que es con Hermes mensajera de los dioses)
para encontrar un mortal que quisiese unirse a Tetis. Iris fue a ver
al centauro Quirón, uno
de los más famosos sabios de la antigüedad, que más tarde sería
tutor de Aquiles. Entre los discípulos de Quirón destacaba por su
hermosura, inteligencia y valentía el joven Peleo, hijo de Éaco, a
quien tenía en gran estima. Peleo cortejó a Tetis pero ésta,
sintiéndose humillada por la imposición de los dioses, le rechazó.
Ante esto Quirón aconsejó a Peleo que buscase a la ninfa del mar
cuando estuviera dormida en la cueva a la que solía ir, y la atase
fuertemente para evitar que escapase cambiando de forma. Lo que ella
hizo, transformándose en llama y en un rugiente león (compárese
con el dios del mar Proteo). Pero Peleo se mantuvo firme. Tetis
consintió en casarse con él, aunque sin amor ni interés.
La
boda de Tetis y Peleo se celebró en el monte Pelión y a ella
asistieron todas las deidades: allí los dioses celebraron el
matrimonio con un banquete. Apolo tocó la lira y las Musas cantaron,
cuenta Píndaro. En la boda Quirón le regaló a Peleo una lanza de
madera de fresno y Poseidón los caballos inmortales, Janto y Balio.
Sin embargo Eris, la diosa de la discordia, no había sido invitada.
En venganza, arrojó una manzana dorada en la que decía «para la
más hermosa». (La subsiguiente disputa de varias diosas llevó al
Juicio de Paris y terminó ocasionando la Guerra de Troya.)
Tetis
y Peleo tuvieron varios hijos, pero Tetis, apenas nacían, los
asfixiaba para que no heredaran rasgos mortales de su padre. Peleo
empezó a sospechar y descubrió al nacer Aquiles, su séptimo hijo,
que Tetis los sometía a un ritual para intentar hacer inmortales,
pero acababa con sus vidas: empleaba su magia con el bebé por la
noche, quemando su mortalidad en el fuego del hogar y ungiendo al
niño con ambrosía durante el día, cuenta Apolonio. Cuando Peleo la
sorprendió quemando al niño, dejó escapar un grito. «Tetis le
oyó, y alcanzando al niño lo arrojó chillando al suelo, y como un
soplo de viento cruzó rápidamente la sala y saltó al mar,
furiosísima, y nunca desde entonces regresó.» Al ser interrumpida
por Peleo, Tetis hizo a su hijo físicamente invulnerable salvo por
su talón, que estaba a punto de quemar cuando su marido la detuvo.
En
una variante de este mito, Tetis intentó hacer invulnerable a
Aquiles sumergiéndole en las aguas de Estigia (el río del Hades).
Sin embargo, el talón por que le sujetó no fue protegido por las
aguas del Estigia. En la historia de Aquiles en la guerra de
Troyanarrada en la Ilíada,
no se hace mención de esta debilidad de Aquiles en su talón.
Peleo
dio entonces el niño a Quirón para que lo criase.
La
profecía decía que el hijo de Tetis tendría una vida larga pero
aburrida, o gloriosa pero corta. Cuando estalló la guerra de Troya,
Tetis estaba preocupada y ocultó a Aquiles en la corte de Licomedes,
disfrazado de mujer. Pero de todas formas terminó acudiendo con el
resto de los griegos. Viendo que no podría evitar que su hijo
cumpliese su destino, Tetis hizo que Hefesto forjase un escudo y una
armadura, pero luego rehusó pagarle los favores sexuales que le
había prometido a cambio.
Cuando
Paris mató a Aquiles, Tetis vino del mar con las Nereidas para
llorar su muerte, y guardó sus cenizas en una urna de oro, levantó
un monumento en su memoria e instituyó unas fiestas conmemorativas.
Elena Nicoleta Busoiu 4ºB