En la 
mitología griega Heracles era un 
héroe y 
semidiós, hijo de 
Zeus y 
Alcmena y bisnieto de 
Perseo. En la 
mitología romana se le llamaba 
Hércules. Puede decirse que fue el más grande de los héroes míticos griegos, el parangón de la masculinidad por excelencia, siendo su extraordinaria fuerza uno de sus atributos. Fue, según 
Pausanias, el último hijo que Zeus engendró con mujeres mortales en Grecia. Se cuentan muchas historias sobre su vida, siendo la más famosa 
Los doce trabajos de Heracles. Su equivalente 
etrusco era 
Hercle, un hijo de 
Tinia y 
Uni, y su equivalente 
egipcio era 
Herishef.
Curiosamente, los sacerdotes vestían ropas femeninas en los templos dedicados a Heracles, posiblemente haciendo referencia al mito de 
Ónfale.
Nacimiento e infancia
Un elemento principal de las conocidas tragedias que giran en torno a Heracles proviene del odio que la diosa 
Hera, esposa de Zeus, le tenía. Heracles era hijo de Zeus y Alcmena, y por tanto su mera existencia demostraba al menos una de las muchas infidelidades de aquél. Como venganza por éstas, Hera conspiraba a menudo contra la descendencia mortal de Zeus.
Zeus yació con Alcmena tras adoptar la apariencia del marido de ésta, 
Anfitrión de 
Tebas, que había dejado su hogar para ir a la guerra contra Atenas. Anfitrión volvió más tarde esa misma noche, y Alcmena quedó embarazada de gemelos.
En la noche en que los gemelos nacieron, Hera, conociendo el adulterio de su marido, logró convencer a Zeus de que prestara un juramento según el cual el niño que naciera aquella noche a un miembro de la casa de Perseo sería un gran rey.
Una vez Zeus hubo jurado, Hera corrió a la casa de Alcmena y ralentizó el parto sentándose con las piernas cruzadas y las ropas atadas con nudos. Al mismo tiempo, provocó que su primo 
Euristeo naciese prematuramente, haciendo así que fuese rey en lugar de Heracles. Habría retrasado permanentemente el nacimiento de Heracles si no hubiese sido engañada por 
Galantis, su criada, quien le dijo que ya había asistido al niño en el parto. Tras oírlo, Hera saltó sorprendida, desatando así los nudos y permitiendo que Alcmena diese a luz. Uno de los niños, 
Ificles, era mortal, mientras el otro era el semidiós Heracles.
Otra versión cuenta que Hera retrasó el parto haciendo que 
Ilitía se sentase en la mencionada posición y que fue Galantis la que engañó a la diosa. Hera transformó a Galantis en 
comadreja y la obligó a dar a luz poniendo huevos por la boca.
Heracles fue bautizado con este nombre en un intento fallido por aplacar a Hera. Unos pocos meses después de su nacimiento, Hera envió dos 
serpientes a matarlo mientras dormía en su cuna. Heracles estranguló una serpiente con cada mano y fue hallado por su niñera jugando con sus cuerpos exangües como si fueran juguetes.
Una versión del origen de la 
Vía Láctea es que Zeus engañó a Hera para que amamantase al infante Heracles. Al descubrir quién era, lo apartó de su pecho y un chorro de su leche formó la mancha que cruza el cielo y que puede verse en él desde entonces (se cuenta una historia parecida sobre Hera y 
Hermes, pero sin embargo en ese caso el truco funcionó y le tomó más cariño).
Según la tradición griega, probablemente basada en la Oración (XII, 99) de 
Libanio o en la Epítome de la Biblioteca de 
Apolodoro, Heracles fue concebido en el vientre cuando Zeus prolongó la noche en tres durante las nupcias de sus padres. Este suceso milagroso puede haber sido un 
eclipse solar cerca del amanecer, que tuvo lugar el 
7 de septiembre de 
1251 adC entre las 6:51 y las 9:41 de la mañana en 
Esparta, con un 75,9% de magnitud.
La leyenda cuenta que Heracles nació en 
Tebas, donde vivían Alcmena y Anfitrión. El eclipse bien pudo ser visible también allí. Alternativamente, es más probable que fuese el 
eclipse total de sol que ocurrió sobre mediodía del 
10 de febrero de 
1286 adC, convirtiendo así una noche en tres. La totalidad ocurrió sobre la 10:52 UTC según los cálculos de la 
NASA. Esto situaría el nacimiento de Heracles a principios de noviembre del mismo año.
Los antiguos griegos celebraban el nacimiento de Heracles en el 4º día de cada mes griego.
Edad adulta
Heracles creció sano y fuerte. Recibió con su hermano clases de música del maestro 
Lino, pero era un estudiante indisciplinado. Lino lo regañaba constantemente, y un día Heracles se enfureció y lo golpeó con una 
lira, matándolo al instante. El joven Heracles debió comparecer ante un tribunal, que lo absolvió diciendo que había actuado en defensa propia.
Heracles siguió realizando proezas tales como matar al 
León de Citerón, que estaba acosando y cazando los rebaños locales, y se vistió con sus pieles. Cuando regresaba de su cacería se encontró con los emisarios del rey 
minio Ergino de 
Orcómeno, que había derrotado años atrás a los 
tebanos y les había impuesto un pesado tributo que debían pagar cada año. Heracles los atacó, les cortó la nariz y las orejas y las ató a sus cuellos, enviándolos de regreso con el mensaje de que ése era todo el tributo que iba a recibir. El rey tebano 
Creonte le recompensó dándole en matrimonio a su hija, la princesa 
Mégara, cuya hermana menor, Pirra, se casó con 
Ificles, hermano del héroe. Heracles tuvo con Mégara varios hijos.
Los doce trabajos
Artículo principal: 
Los doce trabajos de HeraclesHércules y el 
jabalí de Erimanto, 
Louis Tuaillon (1904)
En un ataque de locura provocado por Hera, Heracles mató a sus propios hijos y a dos de sus sobrinos con sus propias manos. Al despertar y descubrir los terribles actos que había cometido, sintió un terrible dolor, y no quiso continuar viviendo con Mégara. En penitencia por esta execrable acción, la 
sibila délfica le dijo que tenía que llevar a cabo diez trabajos que dispusiera Euristeo, el hombre que había usurpado su legítimo derecho a la corona y a quien más odiaba. Heracles llevó a cabo todos ellos con éxito, pero Hera le dijo a Euristeo que estimase que en dos de los trabajos había fallado, pues había recibido ayuda, por lo que ordenó dos más, que Heracles también completó, haciendo un total de doce.
El orden tradicional de los trabajos es:
Matar al 
león de Nemea.
Matar a la 
hidra del lago de 
Lerna.
Alcanzar a la 
cierva de Cerinia.
Capturar al 
jabalí de Erimanto.
Limpiar los establos de 
Augías.
Acabar con los 
pájaros del lago 
Estínfalo.
Domar al 
toro salvaje de 
Creta.
Robar las 
yeguas del rey 
Diomedes de 
Tracia.
Vencer a las 
amazonas y tomar el cinturón de 
Hipólita.
Matar a 
Gerión y robarle sus rebaños.
Robar las 
manzanas de oro del Jardín de las 
Hespérides.
Ir a buscar a 
Cerbero, a los 
infiernos, y llevarlo a 
Euristeo.
Según el 
Cronicón de 
san Jerónimo Heracles completó sus doce trabajos en 
1246 adC.
 Amoríos, matrimonios y muerte 
Heracles mantuvo incontables aventuras amorosas con mujeres, de las que tuvo muchísimos hijos, a los que se alude colectivamente como 
heráclidas (siendo la más notable de ellas 
Macaria). Un suceso destacado es su estancia en el palacio del rey 
Tespio, a quien agradó su físico, por lo que animó a Heracles a hacer el amor a sus cincuenta hijas durante el tiempo que duró la cacería del 
león de Citerón (o según la versión, en siete noches o incluso en una sola). Todas ellas quedaron encintas y alumbraron varones. Sus hijos y los descendientes de éstos, conocidos como los 
heráclidas, conquistaron dos generaciones más tarde el sur de Grecia, Turquía e Italia. Muchos de los reyes de la 
Grecia Antigua remontaban su linaje a uno u otro de estos hijos, notablemente los reyes de 
Esparta y 
Macedonia.
En el transcurso de su vida Heracles se casó tres veces. Su primer matrimonio fue con 
Mégara, cuyos hijos mató en un ataque de locura provocado por Hera y a quien más tarde dio en matrimonio a su compañero 
Yolao, porque su mera visión le era demasiado dolorosa. Su segunda esposa fue 
Ónfale, la reina o princesa 
lidia a quien fue vendido como esclavo.
Su tercer matrimonio fue con 
Deyanira, por quien tuvo que luchar con el dios río 
Aqueloo. (Tras matarle, Heracles tomó uno de sus cuernos y lo dio a algunas 
ninfas, quienes lo transformaron en la 
cornucopia.) Poco después de su boda, Heracles y Deyanira tuvieron que cruzar un río, y un 
centauro llamado 
Neso se ofreció a ayudar a cruzar a Deyanira, pero entonces intentó violarla. Enfurecido, Heracles disparó una flecha envenenada (de la 
hidra de Lerna) al centauro desde la otra orilla. Agonizando, Neso le dijo a Deyanira que recogiese su sangre si quería asegurarse el amor de Heracles. Más tarde, cuando Deyanira sospechó que Heracles prefería la compañía de 
Yole, untó unas ropas con la sangre de Neso. 
Licas, el sirviente de Heracles, le llevó dichas ropas, y éste se las puso. En cuanto se templaron sobre su cuerpo, el veneno que contenía la sangre penetró en su cuerpo, provocándole un dolor insoportable. Heracles tomó a Licas por los pies y lo arrojó al mar, intentando luego quitárselas, pero se había pegado a su carne. Deyanira, al ver lo que había hecho, se ahorcó. Heracles murió voluntariamente, pidiendo que se le construyera una 
pira para acabar con su agonía. Tras su muerte en esta pira los dioses le hicieron inmortal, o alternativamente el fuego quemó la parte mortal del semidiós, quedando sólo la parte divina, se reconcilió con Hera y se casó con 
Hebe, una hija de ésta.
Nadie sino el amigo de Heracles 
Filoctetes (en algunas versiones 
Yolao o 
Poeas) podía prender su pila funeraria, y por esta acción recibió su arco y sus flechas, que más tarde necesitaron los griegos para derrotar a Troya en la 
Guerra de Troya.
De acuerdo con la Praeparatio evangelica (libro 10, xii) de 
Eusebio, 
Clemente afirma que «entre el reinado de Hércules en 
Argos y la 
deificación del propio Hércules y de 
Asclepio hay comprendidos treinta y seis años, según 
Apolodoro el cronista, y de ese momento a la deificación de 
Cástor y 
Pólux treinta y tres años, y en algún momento de este tiempo sucedió la captura de 
Troya.» Dado que Heracles gobernó 
Tirinto en Argos al mismo tiempo que 
Euristeo gobernó 
Micenas, y puesto que en esa época 
Lino era el profesor de Heracles, puede concluírse que estableciendo la fecha en que Lino enseñaba a Heracles en el 1264 adC (dada por 
Jerónimo en su Chronicon) la muerte y deificación de Heracles ocurrió aproximadamente en 1226 adC. Los antiguos griegos celebraban el 
12 de octubre la fiesta de la Herakleia en conmemoración de la muerte de Heracles.